¿Quién no ha hecho o no conoce a alguien que haya hecho alguna vez una dieta? Parece casi imposible que uno se sienta en su peso ideal y que no busque la "dieta milagro" para bajar los kilos que considera que le sobran (o le faltan). A parte del inconformismo con uno mismo y la falta de aceptación que nos condiciona completamente, me gustaría dar algunos datos importantes relacionados con la obesidad...
Datos:
- Hay alrededor de 1000 millones de obesos en el mundo y habrá 500 millones más dentro de 10 años.
- En España, 1 de cada 2 adultos tiene sobrepeso o padece obesidad.
- Cada año se gasta el 7% del presupuesto sanitario en tratar la obesidad.
- Un 96% de las personas que hacen un régimen, recuperan su peso anterior en los siguientes 6 meses.
- Tan solo un 1% de los problemas de sobrepeso u obesidad, se debe a factores de origen endocrino, genéticos o hereditarios.
- El 54% de los españoles tiene sobrepeso.
Desde mi opinión creo que hay una serie de CREENCIAS erróneas en la sociedad.-Creencia es todo aquello que se da por hecho como algo verdadero, y que en la mayoría de los casos no llega nunca a verificarse por uno mismo-
Pondré un ejemplo:
Durante la cena, el marido le pregunta a la mujer: "¿Por qué quitas la corteza del pan de molde?", ésta le responde "no sé, porque lo hacía mi madre". La mujer llama a la madre y le pregunta: "Mamá, ¿Por qué quitabas la corteza al pan de molde?" y la madre le contesta "no sé, porque lo hacía la abuela". Entonces la mujer llama a la abuela y le pregunta: "Abuela, por qué quitabas la corteza al pan de molde" y la abuela le contesta: "porque si no la tostada no entraba en la sartén".
Se repiten una y otra vez las mismas acciones, pero ¿obtenemos el resultado que deseamos? Si no es así y no cambia el enfoque del problema, nunca se llegará a un resultado diferente.
Hay muchas personas que siguen haciendo dietas restringiendo algún tipo de nutriente, y es la principal creencia errónea que quería hacer hincapié. Se da sobre todo con los hidratos de carbono. Personas que deciden quitarlos y sustituirlos por proteínas. Pensando que conseguirán adelgazar y lo único que conseguimos a largo plazo será desequilibrarnos.
Claro que se adelgaza pero ¿por qué el 96% de las personas vuelven a coger todos esos kilos (o incluso más) pasados 6 meses?
Según la OMS, la ingesta diaria de proteínas debe ser entre un 12 y un 15%, las proteínas son muy importantes en nuestro organismo ya que forman la estructura del cuerpo y están relacionadas con muchísimos procesos químicos que llevamos a cabo, son los únicos nutrientes que no se acumulan y por ello necesitamos proteínas todos los días.
En casos excepcionales, las proteínas son capaces de aportar energía al organismo, cuando éste no tiene hidratos de carbono de donde obtener la energía, ya que el organismo está preparado para obtener la energía de los hidratos de carbono y solo como caso excepcional, de las proteínas.
Si nosotros, de forma general, optamos por no tomar hidratos de carbono y solo tomamos proteínas, estamos obligando a nuestro cuerpo a hacer un sobreesfuerzo, tanto a nivel del corazón (requiriendo mucho más esfuerzo para bombear) como del riñón (al tener que eliminar la gran cantidad de toxinas que generan las proteínas, ya que son los nutrientes que más toxinas dejan en nuestro organismo) y saturando por supuesto el resto de órganos.
El principal problema es que los efectos de este sobreesfuerzo del organismo del que hablo, aparecen a largo plazo en forma de enfermedades y no se ve la relación que tiene con la alimentación que hemos llevado a cabo.
No somos conscientes de la relación tan directa que hay entre alimentación y salud.
Es importante para conseguir nuestro peso ideal, que demos al cuerpo todo lo que necesita, eligiendo alimentos lo más depurativos posibles:
- Proteínas: elegiremos aquellas vegetales (legumbres, tofu, seitán...) y evitaremos proteínas animales que tienen más grasa saturada y a nivel energético nos impiden perder peso porque generan bloqueo y retención.
- Grasas: elegiremos aquellas de buena calidad, sobre todo semillas y aceite de oliva virgen prensado en frío (crudo).
- Hidratos de carbono complejos: se evitarán los azúcares e hidratos de carbono simples (pan blanco, arroz blanco, harinas... y por supuesto bollería industrial) y optaremos por granos integrales (la cebada y el arroz integral de grano largo son los cereales más depurativos).
- Minerales: algas (sobre todo el alga espirulina, que sacia y nos ayuda a bajar de peso).
- Vitaminas: frutas y verduras frescas y de la estación.
Las verduras más depurativas son los nabos, rabanitos, setas y champiñones, apio, espárragos, alcachofa, hinojo, berros... Es importante dar a nuestro cuerpo todos y cada uno de éstos nutrientes, puede disminuirse la cantidad, pero si alguno de ellos falta, el cuerpo que es muy sabio, nos lo pedirá en forma de apegos nutricionales y este es el origen de los atracones a media tarde, o antes de cenar, cuando tras todo el día haciendo un esfuerzo enorme para comer lo menos posible, llegas a casa después de trabajar y comes cualquier cosa de forma compulsiva.
Cuando realmente le das a tu cuerpo alimentos naturales, sanos y en equilibrio con el resto de alimentos y contigo mismo, empiezas a reeducar tu organismo hasta que éste acaba pidiéndote lo que necesitas, y no lo que a nivel emocional tu cuerpo te pide.
El cuerpo emocional se alimenta de otras maneras, que comentaré en otra entrada para no extenderme demasiado. La principal fuente de vitaminas del grupo B son los hidratos de carbono complejos, las vitaminas del grupo B están muy relacionadas con el sistema nervioso.
Por ello, las personas que están haciendo dietas en las que no toman este nutriente, se sienten irascibles, con mal genio, tristes... Solo con mucha fuerza de voluntad se puede mantener este estado, para nada recomendable.
"Te propongo un cambio de CREENCIAS, un nuevo enfoque de tu alimentación y de tu forma vida."
María Díez, Experta en Nutrición Energética
En los cursos de Nutrición Energética encontrarás las bases y la estrategia para poder alimentarte desde un enfoque energético, teniendo en cuenta tu energía y la de los alimentos que tomas, aprenderás a comer y a elegir tus alimentos desde un punto de vista más consciente e integrativo, teniendo en cuenta algo tan importante como que
"Todo es energía, todos somos energía".